"La moda es la columna vertebral de la sociedad
de consumo"
Jean Baudrillard
El
fenómeno de la moda va indisociablemente unido al fenómeno del consumismo. El
filósofo Gilles Lipoveetsky, en su obra el imperio de lo efímero, realiza un
profundo estudio de lo que llama “el sistema de la moda”, adentrándose en sus
primeras manifestaciones como mecanismo cultural en el que se encuentran
implicados factores psicológicos y sociales, estéticos y simbólicos, económicos
y tecnológicos. Según este autor la moda aparece a partir del siglo XIV y,
concretamente, en los países más ricos de la cultura de Occidente; en contra de
lo que parece, no es consustancial a la dimensión social del ser humano ni es
algo que haya existido siempre.
La vida del ser humano se ha desarrollado durante miles de años sin el culto a la novedad y a lo efímero, lo que no implica necesariamente ausencia de cambios ni falta de curiosidad por lo nuevo. A lo largo de casi toda la historia, a prevalecido un sentido implícito de intemporalidad basado en el culto a lo pasado, que constituye un todo a conservar, respetar y venerar, que se extiende y continúa en el presente y tiende a prolongarse hacia el futuro. La cultura de la herencia, los sistemas de valores, las tradiciones, ritos, costumbres y creencias, o la repetición de modelos anteriores, eran aspectos que formaban parte de un patrimonio que se transmitía históricamente. Las sociedades primitivas no buscaban el cambio por el cambio, eran eminentemente conservadoras y defendían un sentido del tiempo cíclico y evolutivo.
La vida del ser humano se ha desarrollado durante miles de años sin el culto a la novedad y a lo efímero, lo que no implica necesariamente ausencia de cambios ni falta de curiosidad por lo nuevo. A lo largo de casi toda la historia, a prevalecido un sentido implícito de intemporalidad basado en el culto a lo pasado, que constituye un todo a conservar, respetar y venerar, que se extiende y continúa en el presente y tiende a prolongarse hacia el futuro. La cultura de la herencia, los sistemas de valores, las tradiciones, ritos, costumbres y creencias, o la repetición de modelos anteriores, eran aspectos que formaban parte de un patrimonio que se transmitía históricamente. Las sociedades primitivas no buscaban el cambio por el cambio, eran eminentemente conservadoras y defendían un sentido del tiempo cíclico y evolutivo.
Publicación año 2006 en: Textiles y Ecodiseño
Bibliografía:
El
imperio de lo efímero. Gilles Lipoveetsky. 1990. Barcelona, España.
Seminario de Investigación. Universidad de los Andes. 2006.
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